Hola tengo sudoración axilar excesiva la cual afecta demasiado y muy significativamente mi vida coti

La sudoración axilar excesiva (hiperhidrosis) como la que describes puede afectar de forma muy profunda la vida diaria y la autoestima, incluso en personas con una higiene impecable. No tiene que ver con “falta de cuidado”, sino con una hiperactividad de las glándulas sudoríparas, que puede mantenerse desde la infancia hasta la edad adulta si no se trata de forma adecuada.

Cuando los antitranspirantes, jabones especiales y productos de higiene no dan resultado, es importante que el enfoque cambie: dejar de pensar solo en “desodorantes más fuertes” y valorar tratamientos médicos específicos para la hiperhidrosis. La cirugía es una opción en algunos casos muy seleccionados, pero no suele ser la primera alternativa en un paciente joven, sobre todo cuando existen terapias menos invasivas, muy efectivas y con un impacto rápido en la calidad de vida.

Uno de los tratamientos más avanzados y eficaces para la sudoración axilar excesiva es la aplicación de toxina botulínica (bótox) en la zona de las axilas. Este procedimiento, que realizamos en el Centro Dermatológico y Rejuvenecimiento Facial Iván Diazgranados, actúa directamente sobre las glándulas sudoríparas que están produciendo sudor en exceso. La toxina botulínica bloquea de forma temporal el estímulo que las hace trabajar de más, reduciendo notablemente la sudoración en la zona tratada. Esto no afecta la sudoración normal del resto del cuerpo, sino que se dirige específicamente al área problemática.

El procedimiento se realiza en consultorio, tras una valoración cuidadosa del caso. Primero confirmamos el diagnóstico de hiperhidrosis, revisamos antecedentes, patrones de sudoración, presencia de mal olor asociado (bromhidrosis) y descartamos otras causas que puedan requerir un enfoque adicional. Posteriormente, se planifica la aplicación de bótox con una técnica precisa, en puntos distribuidos en la axila, con el objetivo de lograr un control homogéneo de la sudoración. La mayoría de los pacientes describe que, tras los primeros días, la mejoría es muy evidente: disminuye de forma considerable la humedad en la ropa, el mal olor asociado y la sensación constante de incomodidad.

En muchos casos, este tratamiento permite recuperar aspectos de la vida social y laboral que se habían visto afectados durante años: usar la ropa que realmente se desea, levantar los brazos sin temor a las marcas de sudor, sentirse más seguro en reuniones, presentaciones o espacios cerrados. Además, es un procedimiento que puede repetirse de forma periódica según la duración del efecto, manteniendo un control sostenido de la hiperhidrosis sin necesidad de recurrir directamente a una cirugía.


Mi recomendación es que no te quedes solo con la idea de que la cirugía es tu única salida. Te sugiero agendar una valoración con nosotros en el Centro Dermatológico y Rejuvenecimiento Facial Iván Diazgranados.

En esa consulta podremos estudiar en detalle tu historia, evaluar la intensidad de la sudoración, hablar de las posibilidades de tratamiento con bótox y otras alternativas complementarias, y diseñar un plan personalizado orientado a recuperar tu comodidad y tu tranquilidad en el día a día.