Hola estoy muy mal, ya siento que no puedo más que para mi no hay una salida, soy una mujer muy soli
5
respuestas
Hola estoy muy mal, ya siento que no puedo más que para mi no hay una salida, soy una mujer muy solitaria toda mi vida nunca realicé vínculos profundos con nadie, ni pareja he tenido y ya tengo 38 años, creo soy anormal porque lo normal es tener pareja e hijos, me han dicho algunos médicos q tengo Ansiedad Generalizada, quizas esa enfermedad mental me tiene así aislada y solitaria toda mi vida, nunca he sentido felicidad siempre estoy triste y sin esperanza, logré hacer un vínculo profundo con un chico por 2 años pero virtualmente y no me sentí capaz de pasarlo a la realidad, por el extremo miedo q le tengo al rechazo por mi pésima autoestima y el se aburrió y se alejo se fue y me sentí morir tanto q cai en una fuerte depresión y perdí 6 kg de peso estoy muy baja de peso ya q de por si soy contextura delgada, y me dió una gastritis terrible! Peor aún porque casi no puedo comer nada, creo la extrema soledad me esta matando lentamente ya q llevo aislada y encerrada por años confío mucho en Dios, pero se q también necesitamos la compañia humana para estar mejor supongo.
Hola
Gracias por tomarte el tiempo de escribir, sé que no es fácil expresar lo que sientes, y lo que compartes muestra un gran nivel de sufrimiento, pero también mucha valentía. Quiero que sepas que no estás sola, aunque ahora todo se sienta oscuro.
Lo que describes —la soledad profunda, la baja autoestima, el miedo al rechazo, la pérdida de peso y el dolor físico y emocional— son señales claras de que necesitas y mereces ayuda profesional con urgencia. La ansiedad y la depresión pueden aislarte, hacerte creer que no hay salida… pero sí la hay. Existen caminos para sanar y recuperar el sentido, y no tienes que recorrerlos sola.
Hay procesos terapéuticos que pueden ayudarte a entenderte mejor, a transformar esa sensación de “anormalidad” por una mirada más compasiva hacia ti misma, a sanar vínculos pasados y a crear nuevas formas de relacionarte. A veces también se necesita apoyo médico para acompañar este proceso, y eso está bien.
Estoy aquí para escucharte y caminar contigo desde un lugar humano, profesional y libre de juicio. Si sientes que es el momento de dar un paso hacia el cuidado de ti misma, puedes agendar una cita conmigo. Estaré encantada de acompañarte
Gracias por tomarte el tiempo de escribir, sé que no es fácil expresar lo que sientes, y lo que compartes muestra un gran nivel de sufrimiento, pero también mucha valentía. Quiero que sepas que no estás sola, aunque ahora todo se sienta oscuro.
Lo que describes —la soledad profunda, la baja autoestima, el miedo al rechazo, la pérdida de peso y el dolor físico y emocional— son señales claras de que necesitas y mereces ayuda profesional con urgencia. La ansiedad y la depresión pueden aislarte, hacerte creer que no hay salida… pero sí la hay. Existen caminos para sanar y recuperar el sentido, y no tienes que recorrerlos sola.
Hay procesos terapéuticos que pueden ayudarte a entenderte mejor, a transformar esa sensación de “anormalidad” por una mirada más compasiva hacia ti misma, a sanar vínculos pasados y a crear nuevas formas de relacionarte. A veces también se necesita apoyo médico para acompañar este proceso, y eso está bien.
Estoy aquí para escucharte y caminar contigo desde un lugar humano, profesional y libre de juicio. Si sientes que es el momento de dar un paso hacia el cuidado de ti misma, puedes agendar una cita conmigo. Estaré encantada de acompañarte
Aclara todas tus dudas con una consulta en línea
¿Necesitas el consejo de un especialista? Reserva una consulta en línea: recibirás todas las respuestas sin salir de casa.
Mostrar especialistas ¿Cómo funciona?
Gracias por confiar en este espacio para expresar tu sentir. Lo que estás viviendo no es poca cosa, y merece ser atendido con cuidado, respeto y compasión.
Quiero decirte, primero que todo, que no estás sola. Aunque en este momento puedas sentir que nadie te comprende o acompaña, hay muchas personas que han atravesado momentos similares de soledad, tristeza y desesperanza. Tu dolor es real, y es completamente válido que te sientas así. Has hecho algo muy valiente al escribir este mensaje y buscar expresar lo que llevas dentro, eso ya es un paso significativo.
Sentirse diferente o “anormal” por no haber tenido pareja o hijos es una carga muy dura que muchas veces impone la sociedad, pero la realidad es que cada historia de vida es única. No hay un solo camino para ser valiosa o feliz. Tener vínculos profundos ya sean amistades, familiares, de pareja o espirituales es importante, sí, pero eso no significa que debas cumplir con un molde para ser suficiente.
Lo que describes, como la dificultad para establecer vínculos, el miedo profundo al rechazo, la sensación persistente de tristeza y aislamiento, puede estar relacionado con tu diagnóstico de ansiedad generalizada, pero también puede estar ligado a heridas emocionales profundas, vivencias pasadas o necesidades afectivas no satisfechas. Esto no significa que estés “rota” o que no haya salida. Muy por el contrario, significa que necesitas y mereces apoyo profesional que te ayude a sanar esas raíces con paciencia y cuidado.
La soledad sostenida en el tiempo puede doler mucho, y por eso es tan importante que no sigas cargando esto sola. Hablar con un psicólogo o psicoterapeuta puede ayudarte no solo a entender lo que te pasa, sino también a reconstruir tu vínculo contigo misma y con los demás. La salud mental también se trata, se cuida, se acompaña como cualquier otra dolencia.
Me alegra saber que tienes fe y confías en Dios; esa fuerza espiritual puede darte consuelo, pero también es sabio lo que intuyes: necesitamos también compañía, comprensión, y espacios donde podamos crecer emocionalmente. Esa compañía existe, aunque ahora parezca lejana. Y es posible construirla poco a poco, con ayuda.
Si estás en un momento donde los pensamientos se sienten demasiado abrumadores o si has sentido que ya no quieres seguir, por favor no dudes en buscar ayuda de inmediato. Existen líneas de atención emocional gratuitas, profesionales de salud mental disponibles, y personas dispuestas a escucharte sin juzgar.
Tú mereces paz, compañía y una vida más amable. No eres menos por lo que te ha pasado, ni por cómo te sientes ahora. Eres valiente por seguir aquí y por escribir lo que escribiste. Si en algún momento decides dar el paso hacia un proceso terapéutico, será un regalo muy grande que te des a ti misma. Y si lo deseas, estaré aquí para acompañarte en ese camino.
Con cariño y respeto
Quiero decirte, primero que todo, que no estás sola. Aunque en este momento puedas sentir que nadie te comprende o acompaña, hay muchas personas que han atravesado momentos similares de soledad, tristeza y desesperanza. Tu dolor es real, y es completamente válido que te sientas así. Has hecho algo muy valiente al escribir este mensaje y buscar expresar lo que llevas dentro, eso ya es un paso significativo.
Sentirse diferente o “anormal” por no haber tenido pareja o hijos es una carga muy dura que muchas veces impone la sociedad, pero la realidad es que cada historia de vida es única. No hay un solo camino para ser valiosa o feliz. Tener vínculos profundos ya sean amistades, familiares, de pareja o espirituales es importante, sí, pero eso no significa que debas cumplir con un molde para ser suficiente.
Lo que describes, como la dificultad para establecer vínculos, el miedo profundo al rechazo, la sensación persistente de tristeza y aislamiento, puede estar relacionado con tu diagnóstico de ansiedad generalizada, pero también puede estar ligado a heridas emocionales profundas, vivencias pasadas o necesidades afectivas no satisfechas. Esto no significa que estés “rota” o que no haya salida. Muy por el contrario, significa que necesitas y mereces apoyo profesional que te ayude a sanar esas raíces con paciencia y cuidado.
La soledad sostenida en el tiempo puede doler mucho, y por eso es tan importante que no sigas cargando esto sola. Hablar con un psicólogo o psicoterapeuta puede ayudarte no solo a entender lo que te pasa, sino también a reconstruir tu vínculo contigo misma y con los demás. La salud mental también se trata, se cuida, se acompaña como cualquier otra dolencia.
Me alegra saber que tienes fe y confías en Dios; esa fuerza espiritual puede darte consuelo, pero también es sabio lo que intuyes: necesitamos también compañía, comprensión, y espacios donde podamos crecer emocionalmente. Esa compañía existe, aunque ahora parezca lejana. Y es posible construirla poco a poco, con ayuda.
Si estás en un momento donde los pensamientos se sienten demasiado abrumadores o si has sentido que ya no quieres seguir, por favor no dudes en buscar ayuda de inmediato. Existen líneas de atención emocional gratuitas, profesionales de salud mental disponibles, y personas dispuestas a escucharte sin juzgar.
Tú mereces paz, compañía y una vida más amable. No eres menos por lo que te ha pasado, ni por cómo te sientes ahora. Eres valiente por seguir aquí y por escribir lo que escribiste. Si en algún momento decides dar el paso hacia un proceso terapéutico, será un regalo muy grande que te des a ti misma. Y si lo deseas, estaré aquí para acompañarte en ese camino.
Con cariño y respeto
Hola, gracias por darte el permiso de escribir y expresar todo lo que estás sintiendo. Lo que estás atravesando es muy doloroso, y poder ponerlo en palabras ya habla de una parte tuya que sigue buscando alivio, conexión y sentido, incluso en medio del sufrimiento.
Desde la psicología, sabemos que la ansiedad generalizada, cuando no es atendida adecuadamente, puede afectar profundamente la forma en que nos relacionamos con nosotras mismas y con los demás. No es que seas “anormal”; muchas veces, los patrones de aislamiento, el miedo al rechazo y la baja autoestima se construyen desde experiencias pasadas —relacionales, familiares o emocionales— y terminan generando un círculo difícil de romper, especialmente si se ha vivido mucho tiempo en soledad o sin vínculos de apoyo seguros.
Tu necesidad de compañía es totalmente válida: el ser humano es un ser vincular, necesitamos del otro para sanar, crecer y sentirnos validados. El vínculo que lograste formar, aunque haya sido virtual, es una muestra de tu capacidad de conectar, de amar y de involucrarte, aunque luego el miedo haya hecho que se volviera difícil sostenerlo en la realidad. Eso no significa que no puedas volver a intentarlo, ni que estés condenada a la soledad.
Es natural que tras una pérdida afectiva, especialmente si fue significativa para ti, aparezcan síntomas depresivos, ansiedad, alteraciones en el apetito o problemas físicos como la gastritis. El cuerpo también habla cuando las emociones duelen. Y todo esto, aunque es muy difícil, tiene tratamiento y puede mejorar con un acompañamiento psicológico adecuado y con mucho cuidado hacia ti misma.
Te animo a que puedas considerar buscar apoyo terapéutico. La psicoterapia no solo ayuda a manejar los síntomas, sino también a revisar las heridas emocionales, resignificar la historia personal y comenzar a construir una relación más compasiva contigo misma. No tienes que atravesar esto sola, ni llevar esta carga sin apoyo.
Confías en Dios, y eso puede ser un gran sostén espiritual. También puedes permitirte confiar en que hay personas que pueden acompañarte desde lo humano y lo profesional, para empezar a reconstruir una vida con más sentido, conexión y alivio.
Aquí estoy si necesitas seguir hablando. No estás sola.
Desde la psicología, sabemos que la ansiedad generalizada, cuando no es atendida adecuadamente, puede afectar profundamente la forma en que nos relacionamos con nosotras mismas y con los demás. No es que seas “anormal”; muchas veces, los patrones de aislamiento, el miedo al rechazo y la baja autoestima se construyen desde experiencias pasadas —relacionales, familiares o emocionales— y terminan generando un círculo difícil de romper, especialmente si se ha vivido mucho tiempo en soledad o sin vínculos de apoyo seguros.
Tu necesidad de compañía es totalmente válida: el ser humano es un ser vincular, necesitamos del otro para sanar, crecer y sentirnos validados. El vínculo que lograste formar, aunque haya sido virtual, es una muestra de tu capacidad de conectar, de amar y de involucrarte, aunque luego el miedo haya hecho que se volviera difícil sostenerlo en la realidad. Eso no significa que no puedas volver a intentarlo, ni que estés condenada a la soledad.
Es natural que tras una pérdida afectiva, especialmente si fue significativa para ti, aparezcan síntomas depresivos, ansiedad, alteraciones en el apetito o problemas físicos como la gastritis. El cuerpo también habla cuando las emociones duelen. Y todo esto, aunque es muy difícil, tiene tratamiento y puede mejorar con un acompañamiento psicológico adecuado y con mucho cuidado hacia ti misma.
Te animo a que puedas considerar buscar apoyo terapéutico. La psicoterapia no solo ayuda a manejar los síntomas, sino también a revisar las heridas emocionales, resignificar la historia personal y comenzar a construir una relación más compasiva contigo misma. No tienes que atravesar esto sola, ni llevar esta carga sin apoyo.
Confías en Dios, y eso puede ser un gran sostén espiritual. También puedes permitirte confiar en que hay personas que pueden acompañarte desde lo humano y lo profesional, para empezar a reconstruir una vida con más sentido, conexión y alivio.
Aquí estoy si necesitas seguir hablando. No estás sola.
Hola, gracias por abrir tu corazón y compartir lo que estás viviendo. Lamento profundamente que estés sintiéndote así, con tanto dolor y soledad. Lo que describes no es fácil, y es completamente válido que te sientas agotada emocionalmente. Pasar años sin vínculos profundos, viviendo con ansiedad constante y sintiéndote sola puede generar un impacto muy fuerte en tu bienestar, tanto emocional como físico, como ya lo estás experimentando.
Quiero que sepas algo muy importante: no estás sola y no estás rota. Lo que sientes tiene sentido cuando se mira desde tu historia, tus miedos y tu lucha constante por sentirte segura en el mundo. No eres "anormal", eres una persona que ha vivido con un dolor emocional profundo y que ha desarrollado mecanismos de defensa como el aislamiento para protegerse del rechazo. Eso no te hace débil, te hace humana.
El hecho de que pudiste crear un vínculo significativo, aunque haya sido virtual, muestra que hay en ti una capacidad emocional muy valiosa, aunque hoy esté herida. Y aunque esa relación no haya continuado, fue real y dejó huella en ti. Ahora lo más importante es que no tengas que enfrentar esto sola. La ansiedad, la depresión, la baja autoestima y el miedo al rechazo se pueden trabajar, poco a poco, con un acompañamiento cálido y profesional.
Confías en Dios, y eso es una fortaleza grande, pero como bien dices, también necesitamos de otras personas. Buscar apoyo terapéutico es un acto de valentía y cuidado personal. Podemos ir trabajando juntas en reconstruir tu relación contigo misma, recuperar tu salud física, y abrirte a nuevas formas de conexión humana más seguras, auténticas y amorosas.
Estoy aquí para acompañarte, sin juicios, con respeto y compromiso. Tu vida tiene valor, y tu historia aún puede transformarse.
¿Te parece si empezamos por construir un espacio seguro en donde puedas hablar de todo esto con calma, poco a poco? No estás sola.
Quiero que sepas algo muy importante: no estás sola y no estás rota. Lo que sientes tiene sentido cuando se mira desde tu historia, tus miedos y tu lucha constante por sentirte segura en el mundo. No eres "anormal", eres una persona que ha vivido con un dolor emocional profundo y que ha desarrollado mecanismos de defensa como el aislamiento para protegerse del rechazo. Eso no te hace débil, te hace humana.
El hecho de que pudiste crear un vínculo significativo, aunque haya sido virtual, muestra que hay en ti una capacidad emocional muy valiosa, aunque hoy esté herida. Y aunque esa relación no haya continuado, fue real y dejó huella en ti. Ahora lo más importante es que no tengas que enfrentar esto sola. La ansiedad, la depresión, la baja autoestima y el miedo al rechazo se pueden trabajar, poco a poco, con un acompañamiento cálido y profesional.
Confías en Dios, y eso es una fortaleza grande, pero como bien dices, también necesitamos de otras personas. Buscar apoyo terapéutico es un acto de valentía y cuidado personal. Podemos ir trabajando juntas en reconstruir tu relación contigo misma, recuperar tu salud física, y abrirte a nuevas formas de conexión humana más seguras, auténticas y amorosas.
Estoy aquí para acompañarte, sin juicios, con respeto y compromiso. Tu vida tiene valor, y tu historia aún puede transformarse.
¿Te parece si empezamos por construir un espacio seguro en donde puedas hablar de todo esto con calma, poco a poco? No estás sola.
Hola, considero hay que fortalecer tu autoconcepto para que las cosas empiecen a mejorar en tu relación contigo misma, y por ende con las demás personas. Te invito a reservar una sesión para que empecemos a trabajar en tí.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.