Hola, soy casada desde hace 30 año y hace unos dias me entere que mi esposo visita paginas de traves

Buenos días, seguramente estas experimentando diversas emociones desadaptativas ante este evento inesperado que puede ser categorizado como una sensación de perdida (duelo) del vinculo con tu esposo, quizás el se encuentra explorando algo llamado fetiches que no define su orientación sexual (homosexual) , sin embargo, este fetiche genera malestar en ti por ser ocultado y por minimizar el impacto que generó al momento de descubrirlo. Te recomiendo puedas conversar abiertamente con él sobre la importancia del respeto, el podrá continuar desde su individualidad con algunas prácticas pero en este caso, este evento podría ser definido como micro infidelidades, por eso tu sensación de malestar. Te recomiendo de igual forma revisar la posibilidad de iniciar un proceso de terapia de pareja, para llegar a unos acuerdos que permitan trascender en la crisis actual o bien, tomar otras decisiones sobre la continuidad de la relación.

Gracias por tu confianza al compartir algo tan profundo.

Lo que estás viviendo no es menor. Después de tantos años de relación, enterarte que tu pareja visitaba páginas con contenido sexual que nunca te imaginaste, y que además lo hacía en secreto, genera un dolor profundo, confusión y un quiebre emocional que merece ser atendido con respeto.

Es completamente válido que te sientas herida. Esto se conoce en psicología como una ruptura de la confianza relacional, y puede vivirse como una forma de infidelidad emocional, incluso si no hubo contacto físico con nadie más. La sensación de que algo se rompió es real, y lo que estás sintiendo necesita cuidado.

Ahora bien, es importante aclarar algo desde la sexología clínica: tener fantasías sexuales o sentir curiosidad por ciertos contenidos no significa necesariamente que una persona tenga una orientación sexual distinta, ni que haya dejado de amar a su pareja. Las fantasías pertenecen al mundo interno, y no todas las personas sienten el deseo o la necesidad de compartirlas.

No está mal que alguien no comparta sus fantasías.
Lo que puede volverse difícil en una relación es cuando esas fantasías se viven en secreto, o se acompañan de conductas que rompen acuerdos, como la ocultación, la doble vida digital o la desconexión emocional.

Por eso, más que juzgar lo que él vio o no vio, este momento puede ser una oportunidad para revisar cómo está la intimidad entre ustedes, cómo ha cambiado la comunicación, y qué heridas emocionales se han abierto en ti con esta revelación.

Algunas preguntas clave que podrías hacerte con acompañamiento terapéutico:

– ¿Qué significado tiene para mí la fidelidad?
– ¿Qué parte de mí se siente más traicionada o sola?
– ¿Qué necesito para reconstruirme y sentirme segura de nuevo?
– ¿Hay espacio en esta relación para hablar de lo íntimo sin miedo ni juicio?

No tienes que tomar decisiones definitivas ahora. Tu prioridad es cuidarte emocionalmente, atender tu herida, recuperar tu centro. Si más adelante desean trabajar lo ocurrido como pareja, la terapia puede ofrecer un espacio neutral, donde ambos exploren lo que ocurrió sin culpas, pero con mucha verdad y respeto.

Tu dolor es legítimo. Y también lo es tu derecho a sanar, con o sin él. Esto puede marcar el inicio de un proceso hermoso de reconexión contigo misma.

Hola. Primero quiero decirte algo muy importante: lo que estás sintiendo es completamente válido. Enterarte de esto después de tantos años de matrimonio es un golpe emocional muy fuerte; genera dolor, confusión, rabia, inseguridad y una sensación de ruptura profunda en la confianza. No estás exagerando. No estás siendo dramática. Estás reaccionando como reacciona cualquier persona cuando su seguridad afectiva se ve amenazada.

Quiero ayudarte a ordenar un poco la situación para que puedas entenderla con mayor claridad.

1. Lo que encontraste no significa automáticamente que tu esposo no te ame

Muchas personas, hombres y mujeres, consumen contenidos sexuales que no corresponden a su orientación o a lo que viven en su vida real. Esto no siempre indica un deseo de actuarlo, ni una doble vida, ni una orientación sexual distinta.
A veces tiene que ver con curiosidad sexual, fantasías momentáneas, evasión emocional o incluso estrés acumulado.

Pero eso no le quita peso al impacto en ti. Que no sea una “traición física” no reduce el daño emocional que genera descubrir secretos.

2. El verdadero dolor aquí no es solo lo que vio, sino la ocultación

Lo que más duele en estos casos suele ser:

la clave en el celular,

el cambio de comportamiento,

la sensación de distancia,

la idea de que hubo un mundo oculto,

la ruptura en la confianza.

Esto es lo que te “mató en vida”, como dijiste. Y tiene sentido: cuando hay secreto, aparece el miedo a no saber quién es realmente la persona que tenemos al lado.

3. Nada de esto te define a ti

Cuando ocurren situaciones como esta, es frecuente que las mujeres piensen:
“¿Qué me falta?”,
“¿Por qué lo hizo?”,
“¿Yo no soy suficiente?”.

Pero quiero que tengas claro algo: esto no habla de tu valor, de tu atractivo, de tu capacidad como mujer, esposa o compañera.
Esto habla de decisiones, vacíos, miedos, impulsos o necesidades no resueltas de él. No tuyas.

4. Es posible abordar esto sin destruir el matrimonio

Esto se puede trabajar. De hecho, muchísimas parejas pasan por crisis similares y logran reconstruir la confianza, pero solo si hay:

Transparencia real, no explicaciones parciales.

Responsabilidad por parte de él.

Espacios seguros para hablar de lo que te duele.

Límites claros.

Acompañamiento profesional, porque este tipo de heridas no se curan solas.

El contenido que él vio no define la relación ni determina el futuro, pero sí exige un proceso de reparación emocional.

5. Lo que tú necesitas ahora

En este momento, lo más importante es tu bienestar emocional. Estás en shock, con tristeza, desconcierto y probablemente muchas preguntas. No tomes decisiones apresuradas. Respira. Busca apoyo. Habla con alguien de confianza. Date permiso para sentir.

Puedes también considerar un espacio terapéutico —ya sea solo para ti o en pareja— para que puedas:

entender lo que pasó,

expresar lo que te está doliendo,

evaluar si él está dispuesto a reparar,

y definir qué necesitas para sentirte segura nuevamente.