Dr. Emma Cecilia Alvarez Sánchez

Sobre mi…
Después de cumplir grandes propósitos en mi vida como es la educación de mis hijos, y en ese trascurrir he prestado de diferentes formas mis servicios a la comunidad; es así como a mis 66 años logro una meta más en mi vida (2021), culminé mis estudios como psicóloga de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de la ciudad de Popayán, igual a mi edad sigo soñando con mis logros profesionales, hoy sigo estudiando, continuo día a día enriqueciendo mis conocimientos, complementando ya desde la academia todas esas experiencias vividas que han enriquecido mi existencia.

Todos sabemos que el tiempo pasa y en su trascurrir nos va agregando y quitando, nos va puliendo y, sin duda alguna, nos va diseñando. ¿Qué es lo que resulta de todo ello? “el progreso que va superando las etapas previas”.

Yo, tengo que decir, inicié por una idea, por un pensamiento que llegó a mi cuando cumplí 61años y me hice una pregunta que considero cada personada debería hacerse, cada vez que una etapa de sus vidas pasa: ¿ahora qué? Es una pregunta que debería ser un boomerang. En ese entonces, hoy seis años atrás, me encontraba ante un panorama que tal vez pueda ser común para muchas mujeres: mis hijos ya eran profesionales, cada uno había escogido su camino; mi esposo estaba dedicado y comprometido con su arte; por mi parte, me había dedicado al arte diseñando y realizando vitrales, labor que me agrada y me enseña mucho, pero sentía en ese entonces que algo me faltaba, había algo que no estaba y que necesitaba.

Siempre me agradó servir a la comunidad, sabía que tenía buenos valores e ideas que podía compartir con muchos, pero también sabía que tenía que formarlos más y enriquecerlos con más conocimientos. Analicé mucho mis capacidades y, sobre todo, no me dejé arrastrar por esa falsa creencia de que una persona después de los 60 no puede dedicarse al estudio, en especial al universitario y es así como me decidí por la psicología, pues llegué a considerar que de esa manera podría dar mi aporte a la sociedad sustentando mis deseos y anhelos desde la academia.

La verdad no importa la edad. El conocimiento no se restringe a un período, aprender siempre será una posibilidad que continuamente dará sentido a la vida y nos ayuda a mejorar nuestro rol dentro de la sociedad.

Creo entonces que, con mi caso, podemos señalar para muchas personas la oportunidad de afrontar una carrera universitaria a una edad donde algunos piensan que solo es momento de jubilaciones complacientes: al contrario, es la edad donde más posibilidad y tranquilidad hay para atender con juicio y disciplina conceptos, teorías y paradigmas.

La edad no importa, importa el querer hacerlo: cada día es un regalo de vida, por eso siempre hay que celebrar, soñar, disfrutar y estar en constante aprendizaje para aplicar y compartir, ¿no es eso acaso una gran oportunidad? Pienso que sí y es muy bueno que sea cada vez más una oportunidad más amplia para todo tipo de personas sin importar la condición.

Esta es la razón por la que hoy quiero invitar no solo a los de mi edad sino a todos los que han perdido la ilusión de trabajar en su proyecto de vida para que conozcan los diferentes medios que existen para logar conseguir sus sueños, y las diferentes estrategias de aprendizaje para que éste sea más placentero.
Quiero, además ofrecer mis servicios desde la academia y con la responsabilidad de la experiencia, ya que el estrés, la ansiedad y la depresión están inundando nuestros días, dificultando nuestro diario vivir y afectando nuestro entorno.

“Siempre se puede, no importa la edad, cada día
es una oportunidad para lograr nuestros sueños”.

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” -Viktor Frankl-