En momentos de crisis, no te exijas respuestas inmediatas. Solo detente y valida lo que estás sintiendo, sin añadir juicios ni etiquetas.
Respira.
Observa con honestidad:
—¿Qué estoy sintiendo exactamente en este momento?
—¿Qué me estoy diciendo a mí misma?
—¿Cómo cambiaría este mensaje si me hablara con más compasión?
Este acto de conciencia desactiva el juicio interno y abre espacio para sostenerte con ternura, en lugar de castigarte.
No se trata de resolverlo todo, sino de acompañarte con presencia y respeto.
07/10/2025