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La autoestima es fundamental en la construcción de la masculinidad porque influye directamente en cómo los hombres se perciben a sí mismos, en la forma en que se relacionan con los demás y en su bienestar emocional. Cuando un hombre tiene una autoestima saludable:
Rompe con estereotipos rígidos: ya no necesita validarse solo a través de la fuerza, el éxito económico o la ausencia de vulnerabilidad, sino que se siente seguro para mostrarse auténtico.
Mejora sus relaciones: una autoestima sólida favorece la comunicación, la empatía y la capacidad de establecer vínculos afectivos sanos, sin recurrir al control ni a la violencia.
Reduce la presión social: le permite reconocer que no tiene que cumplir con todas las expectativas culturales de lo “masculino” para tener valor.
Promueve la salud mental: la autovaloración positiva protege contra la ansiedad, la depresión y la sensación de fracaso cuando las metas externas no se cumplen.
En otras palabras, la autoestima ayuda a que la masculinidad se viva de manera flexible, auténtica y humana, permitiendo que los hombres se relacionen consigo mismos y con los demás desde la seguridad personal, no desde la carencia o la imposición.
01/10/2025