Sobre mí
Soy Nathalia Santos, psicóloga clínica con orientación psicoanalítica. Ofrezco un espacio donde puedas detenerte, hablar con libertad y comprender aquello que a veces cuesta nombrar: lo que te duele, lo que te inquieta y lo que se repite en tus relaciones. Trabajo con jóvenes, adultos y parejas que sienten que algo en su vida emocional o en su vínculo necesita ser pensado de otra manera. Mi intención es que encuentres un lugar donde puedas sentirte escuchado/a y acompañado/a con rigor y sensibilidad.
Acompaño procesos marcados por la ansiedad, la tristeza profunda, el duelo, el agotamiento emocional, los conflictos de pareja y las dificultades relacionadas con el consumo de sustancias. Desde la escucha psicoanalítica, te invito a explorar tu historia, tus deseos y la forma en que te has relacionado contigo y con otros, para que puedas abrir nuevas posibilidades de vivir y construir un camino que se sienta verdaderamente tuyo.
¿Qué ofrece un proceso psicoterapéutico con orientación psicoanalítica?
El análisis surge siempre a partir de alguna forma de dolor o sufrimiento. Independientemente de su origen, ese malestar necesita ser examinado, comprendido y expresado. El espacio terapéutico ofrece un refugio seguro donde podemos enfrentarnos a ese sufrimiento. Este proceso permite que el dolor se integre a nuestra vida de una manera transformadora. Además, nos ayuda a distinguir entre el sufrimiento que realmente necesitamos enfrentar y aquellos padecimientos innecesarios, aquellos que nos mantienen atrapados en una situación o vínculo que nos daña.
El análisis nos invita a cuestionar nuestras certezas más profundas, a considerar nuevas posibilidades, a ver matices que antes no habíamos percibido. Nos permite dudar de nuestras creencias más firmes y a veces autodestructivas. La terapia psicoanalítica abre la puerta a alternativas y nuevas opciones, a lo que nunca antes habíamos probado, a arriesgarnos, caer y levantarnos. Nos reta a cambiar de enfoque, a atravesar pérdidas, a descubrir otras formas de vivir, a salir de la repetición, a ver soluciones en lugar de solo problemas, a pensar de forma más flexible y a no aferrarnos con determinación a ninguna idea fija. Nos ayuda a acercarnos a la vida que realmente deseamos, y no a la que otros quisieran para nosotros. Porque, en realidad, pocas veces podemos controlar lo que nos sucede o lo que otros hacen en nuestras relaciones.
El análisis nos invita a adoptar una postura madura frente a las circunstancias, a hacernos responsables de lo que nos ha tocado vivir. No basta con existir; debemos participar activamente en nuestra vida para conseguir los cambios que realmente buscamos