Insomnio
Como psicóloga, me encuentro con muchas personas que llegan a consulta diciéndome:
"Estoy agotada, pero no puedo dormir",
"Me acuesto temprano, pero mi mente no se apaga",
"Duermo, pero me despierto mil veces y al día siguiente no rindo".
El insomnio no es simplemente "dormir mal". Es una alteración del sueño que afecta la calidad de vida emocional, física y mental. Puede manifestarse de muchas formas: dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche, levantarse mucho antes de lo planeado o sentir que el descanso no fue reparador.
Y aunque parezca solo un problema nocturno, el insomnio es un reflejo de lo que vivimos durante el día.
Estrés
omo psicóloga, una de las palabras que más escucho en consulta es: “Estoy estresada”, “siento que no puedo más”, “mi mente no se apaga”. Vivimos en una época en la que todo va rápido… Y el cuerpo y la mente comienzan a pasar factura.
El estrés, en sí mismo, no es algo malo. Es una respuesta natural del organismo que nos ayuda a adaptarnos y responder ante situaciones exigentes. Por ejemplo, si tienes una fecha límite, ese "estrés agudo" puede ayudarte a concentrarte y cumplir el objetivo. El problema aparece cuando ese estado de alerta se vuelve constante, sin pausas, sin descanso. Ahí es cuando el estrés se vuelve crónico y comienza a afectarnos profundamente.
Dependencia emocional
Como psicóloga, a lo largo de los años he acompañado a muchas personas que se sienten atrapadas en relaciones donde el amor duele más de lo que cuida. Una constante que suele aparecer en estos casos es la dependencia emocional, y es importante hablar de ella sin juicios, con mucha empatía y claridad.
La dependencia emocional no es simplemente "querer mucho" a alguien. Es necesitar de forma excesiva a otra persona para sentir que una vale, que es suficiente, que está segura.
Depresión
La depresión es mucho más que sentirse triste. Es un trastorno del estado de ánimo que afecta cómo una persona piensa, siente y actúa. Puede generar un profundo cansancio emocional, pérdida de interés por actividades que antes eran placenteras, sensación de vacío, cambios en el apetito y el sueño, dificultades para concentrarse y pensamientos negativos recurrentes, incluso ideas de muerte.
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 280 millones de personas en el mundo padecen depresión, lo que la convierte en una de las principales causas de discapacidad. Y aunque es muy común, muchas veces sigue siendo incomprendida o minimizada con frases como "échale ganas" o "ya se te pasará".
Ansiedad
Desde mi experiencia como psicóloga, la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o inciertas. Se manifiesta con síntomas físicos (como palpitaciones, sudoración o tensión muscular) y pensamientos anticipatorios negativos. Cuando esta respuesta se vuelve intensa, frecuente o desproporcionada, puede interferir en la vida cotidiana.
La Terapia Cognitivo Conductual es uno de los enfoques más efectivos para tratar la ansiedad. El objetivo es que la persona recupere el control sobre su mente y su cuerpo, desarrollando herramientas prácticas para vivir con mayor calma y equilibrio.